En tiempos de globalización nada mejor que promover el intercambio y la integración desde los contextos más particulares por medio de la palabra, la imagen y las vivencias, con las cuales se pueda comunicar lo más sencillo de cada habitante del planeta; y se constituya esta comunicación en un hecho relevante. Por añadidura, en un acontecimiento único: ser uno con el planeta.
Esta es una posibilidad que recrea a la especie humana en su esencia misma. Y nos recuerda nuestra condición humana original sín artificios pero sin con beneficios, artes, oficios y con esa naturaleza tan nuestra como es el lenguajear.
En estos tiempos, por tanto, se hace necesario trasmitir publicamente el hecho artístico de cada habitante del planeta como una forma de inclusión, dignidad humana, respeto a la diversidad y amplitud estética. Lo cual es un tributo a una de nuestras mejores condiciones como seres humanos, como es el arte.
Comunicar, conversar y lenguajear en momentos de globalización es todo un arte. Aún más, ejercer el diálogo y el intercambio con respeto a las diferencias y a la diversidad humana es todo un desafío ético.
Uno de los actos humano más inédito, sin precedentes, es el arte en cualquiera de sus formas. Acordémonos de los dibujos y el arte rupestre como unas de las primeras manifestaciones de la especie humana.
América Latina es un continente - por su diversidad cultural, sus diferencias humanas y el entusiasmo de su gente - que se manifiesta como una veta de colores, formas, estilos e imágenes con personalidad propia. La vida cotidiana impregna el arte y el arte está impregnado de esa cotidianeidad por lo cual, a veces, no existen modelos únicos.
Por mucho tiempo - y en muchas ocasiones - hemos experimentado patrones ortodoxos para comprender, interpretar y disfrutar el hecho artístico. Lo cual nos ha privado de conocer experiencias quizás sencillas pero de alta calidad artística y particularmente de alta calidad humana. Cada persona en estos tiempos de globalización merece ser conocida, respetada y celebrada por sus obras, más allá de ser una cifra en las estadísticas mundiales.
Esta es una posibilidad que recrea a la especie humana en su esencia misma. Y nos recuerda nuestra condición humana original sín artificios pero sin con beneficios, artes, oficios y con esa naturaleza tan nuestra como es el lenguajear.
En estos tiempos, por tanto, se hace necesario trasmitir publicamente el hecho artístico de cada habitante del planeta como una forma de inclusión, dignidad humana, respeto a la diversidad y amplitud estética. Lo cual es un tributo a una de nuestras mejores condiciones como seres humanos, como es el arte.
Comunicar, conversar y lenguajear en momentos de globalización es todo un arte. Aún más, ejercer el diálogo y el intercambio con respeto a las diferencias y a la diversidad humana es todo un desafío ético.
Uno de los actos humano más inédito, sin precedentes, es el arte en cualquiera de sus formas. Acordémonos de los dibujos y el arte rupestre como unas de las primeras manifestaciones de la especie humana.
América Latina es un continente - por su diversidad cultural, sus diferencias humanas y el entusiasmo de su gente - que se manifiesta como una veta de colores, formas, estilos e imágenes con personalidad propia. La vida cotidiana impregna el arte y el arte está impregnado de esa cotidianeidad por lo cual, a veces, no existen modelos únicos.
Por mucho tiempo - y en muchas ocasiones - hemos experimentado patrones ortodoxos para comprender, interpretar y disfrutar el hecho artístico. Lo cual nos ha privado de conocer experiencias quizás sencillas pero de alta calidad artística y particularmente de alta calidad humana. Cada persona en estos tiempos de globalización merece ser conocida, respetada y celebrada por sus obras, más allá de ser una cifra en las estadísticas mundiales.
Todos somos interlocutores válidos de todos. Bioarte Latinoamérica: Arte para la Vida es un estilo de ser interlocutores desde lo genuino de América Latina a través del arte y la cultura. Es una manera de constituir una ciudadanía con capacidad de integrarse e intercambiar sus mejores esfuerzos humanos, superando los prejuicios, la violencia y las dificultades propias de la regíon.
En Latinoamérica existen dificultades sociales notorias pero también existen personas que diariamente ejercemos con dignidad el derecho a una vida plena. Vamos a constituir el espacio que nos merecemos pues, de acuerdo al brasileño Leonardo Boff El Hombre además de pan necesita belleza y también del reconocimiento que muchas veces es menoscabado por la tendencia globalizante que juega al anonimato.
Están cada uno de ustedes invitados a participar de esta iniciativa que es nuestra iniciativa desde este continente de Latinoamérica, BioArte Lationamérica: Arte para la vida.
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